No. Eso a tí no te importa. Ni siquiera te das cuenta de cuándo me arreglo para verte a tí y solamente a tí. Tampoco te das cuenta de los detalles que tengo contigo, de esas citas tan maravillosas que te preparo a escondidas y que luego ni siquiera te molestas en dar un simple "gracias cariño".
Siempre que llego a casa intento ocultarle a mis padres lo molesta que estoy, lo mal que me siento conmigo misma, porque pienso que algo he hecho mal, que todo es por mi culpa.
Me quito la ropa, y mientras me voy dando cuenta de esos moratones que no sabía que tenía. Por no hablar de las marcas de tus manos sobre mi cuello.
Intento disimularlo con maquillaje pero no lo consigo. Me pongo un pañuelo para ocultarlo, pero me duele, y mucho. No se qué hacer.
Le quiero, le extraño, él es mi vida, lo daría todo por estar junto a él. LE AMO.
No me imagino un instante de mi vida sin él.
Pero decido ser valiente y enfrentarle, pero esta vez no voy sola. Mis amigas me acompañan y me ayudan. Decido terminar con esta situación aunque por dentro me retuerzo de dolor.
Me suplica que no le deje, que va a cambiar, pero no es cierto. Ya son casi dos años la misma historia. Quiero cambiar, me merezco ser feliz en mi adolescencia. Porque me lo merezco.
Pobre de aquel que juega con los sentimientos porque, tarde o temprano, los sentimientos jugarán con él.
NO AMES A QUIEN TE ILUSIONA...NI MUCHO MENOS TE OBLIGA.
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